EUSKO KULTUR ETXEA
“Los pueblos están, van y vienen. Las personas viajan y trasmiten.”
Estas premisas fueron sustento para formar en el año 1988, EUSKO KULTUR
ETXEA-La Casa de la Cultura Vasca en Buenos Aires/Argentina. Las paredes del
Laurak Bat porteño tuvieron en su seno y vieron nacer a esta joven institución
y en la actualidad su sede se encuentra en la calle Mexico 1880, llamándose
“Lizarraenea”.
La lista de personas que han contribuido al sostén y fortalecimiento de la institución seria
casi interminable, nos detendremos en citar en sus inicios a su primer
presidente Nestor Mendia y a su primer
director e impullsor Nicomedes Iguain Azurza. Como grandes benefactores de la
entidad sobresalen Francisco de Amorrortu y Maria Elena Etcheverry de Irujo
Ollo, la cual es su actual Lehendakari/Presidente.
Explicar que es Eusko Kultur Etxea, es tan sencillo como analizar las
palabras que constituyen su nombre:
Eusko. Lo vasco, lo que le da nombre, sentido y punto de
partida, desde los orígenes del pueblo vasco hacia el futuro. Integrando e
incluyendo la cultura milenaria forjada en cada palmo de Euskal Herria e
insertada en esta gran urbe que es Buenos Aires. No nos olvidamos que sin este
país que nos abrió los brazos en momentos difíciles de la historia de nuestro
pueblo, no seriamos lo que somos ahora.
Kultur. La cultura. La frase “IZENA DUENAK IZANA DU”, lo que tiene nombre existe,
corrobora por qué somos un pueblo. El esfuerzo de nuestros antepasados por y
para mantener nuestra cultura y no como un fósil viviente, sino como un objeto
antiguo pero de uso constante, es un legado, un testigo y una responsabilidad,
la cual como llama de esperanza/libertad mantenemos y mantendremos viva, ágil y
fuerte. La cultura es el energizante de
nuestra institución, todo gira en torno a ella.
Etxea. La
casa. El baserri (caserio) está considerado el templo de la cultura
vasca y una de sus habitaciones emblemáticas es la Sukalde (cocina), en la cual
nuestra lengua el Euskera, permaneció viva cuando en el exterior la
tempestad arreciaba ferozmente en su contra. La etxea (la casa), nos son
cuatro paredes más, no es un habitáculo para colocar muebles al azar, no. Es el
lugar donde la cultura y lo vasco se funden, donde todo tiene sentido y un fin.
Donde uno sabe que respira, que saborea, que huele, que observa, que escucha,
que baila, que aprende y que enseña.
Fomentamos la cercanía con todas aquellas
personas que se interesen por nuestra cultura sin descuidar y recordar cual es
nuestra inmersión social en buenos Aires.
La alegría, la solidaridad y la cooperación
institucional con todos aquellos agentes culturales con miradas similares en
torno a Euskal Herria, serán cauce de nuestro mismo transitar.
Buenos Aires, impregnada de vasco en cualquiera
de sus calles, nos vio nacer, y nos ha cuidado, nos ha visto crecer, esperamos
poder y seguir regalando este reconocimiento durante largos años, convencidos
que nuestra llama será seguida ampliada y mejorada por otros amantes,
seguidores y difusores de la cultura vasca.
Buenos Aires 31 de Agosto del 2012
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