jueves, 27 de octubre de 2016

ELKARRIZKETA

Kepa Junkera: Un músico de valijas despiertas

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Por Ana Villarreal (*).-Su último disco se llama Maletak. Nació en Bilbao y la tradición musical del país vasco que se propuso rescatar no ha sido para él un coto entre fronteras. Con sus maletas llamadoras de horizontes, Kepa Junkera es el responsable de la convocatoria de cientos de músicos con su variedad instrumental y de estilos para participar de sus proyectos de difusión de la riqueza expresiva de Euskal Herria.
Así, acuña en su obra un historial de producción de fusiones que comprenden el jazz, el flamenco, la música gallega y expresiones folclóricas de distintas partes del mundo. Como autor prolífico, es también, una referencia musical para la hinchada del Athletic de Bilbao, el club de fútbol de sus amores, para el que compuso un himno de vivas y aliento.
Uno de sus trabajos lo trajo a América para compartir su iniciativa. El registro da cuenta de la participación de Juanes, Lila Downes, Pablo Milanés, Liliana Vitale, Pedro Aznar, Patricia Sosa, León Gieco, Susana Baca, Iván Lins y Lito Vitale, entre otros. En estos días se prepara la puesta de Mar de Fuelles, en donde es uno de los protagonistas del escenario junto a artistas de la talla del Chango Spasiuk en Barcelona.
Hay quienes lo definen como el más internacional de los músicos de Euskadi. Es el propio Kepa Junkera quien refiere a La Noctiluca su consideración al respecto: “para mí es un orgullo llevar el nombre de mi país y cultura por el mundo. Siempre me ha inspirado mi tierra y me ha motivado para hacer temas, proyectos….Euskal Herria es un lugar mágico donde las tradiciones tienen un gran peso, a partir de aquí podemos crear e imaginar nuevos espacios para compartir con el mundo”.
 -Mar de Fuelles es una propuesta artística que te convoca junto al Chango Spasiuk en Madrid, para los próximos días. ¿Qué te provoca este hecho? ¿Ya habías compartido escenario con el Chango?
-Estuvimos Chango y yo en un festival en Suiza y allí surgió la primera chispa para hacer algo juntos. Después una productora catalana nos propuso hacer una pequeña gira. Para mí fue una emoción enorme porque mi relación con Argentina se remonta muchos años atrás y el poder unir la Trikitixa con el Chamamé es un lujo increíble, un regalo que me da la vida y quiero saborearlo y disfrutarlo desde la ilusión por crearlo hasta esa despedida que no será un adiós. Se me ocurrió el título de “mar de fuelles” porque me imaginaba ese pequeño barco que surca el Atlántico y que tiene un itinerario de ida y vuelta.
Para mí es un momento histórico que tiene muchas connotaciones muy emotivas.
Mucha de mi familia emigró a Argentina y como te decía antes, admiro la riqueza cultural de vuestro país.
-¿Con qué otros referentes de la música argentina te ha tocado compartir escenarios o propuestas?
-En un proyecto que titulé “KALEA” (podeís ver información en nuestra web www.kepajunkera.com) tuve el honor de proponer cantar en euskera a un montón de artistas de América. Tuve la grandísima ayuda de Lito Vitale en la producción y conseguimos un gran sueño. Todavía me emociono al recordarlo.
Cantaron artistas de la talla de León Gieco, Liliana Herrero, Adriana Varela, Abel Pintos, Georgina Hassan, Sandra Mihanovich, Pedro Aznar, Hilda Lizarazu, Baglietto, Viticus, Patricia Sosa, Andrés Calamaro. Músicos como  Walter Ríos, Marcelo Torres, Ernesto Snajer, Víctor Carrión, Javier Malosetti, como ves, una maravilla de encuentro, estoy súper agradecido a todos estos artistas por haber aportado a nuestra cultura vasca toda su creatividad y emoción .También una vez tuve la suerte de tocar con Juan José Mosalini, uno de los maestros del bandoneón.
Y esta vez, con Chango va a ser muy especial unir nuestros fuelles y poder crear imaginando ese Atlántico común.
-Hablanos de tu último trabajo, Maletak, y de la gira que implicó su presentación.
-Maletak ha sido nuestro último proyecto. Se presentó el otro día, el 1 de septiembre, en el festival de Folk de Getxo en Bizkaia y fue una maravilla de noche con un montón de invitados, lo pasamos muy, muy bien.
Antes de Maletak hice “trikitixaren historia txiki bat” (una pequeña historia de la trikitixa) aquí me imaginé el mundo de la trikitixa, que yo escuchaba desde pequeño en mi casa porque mi abuelo tocaba la pandereta y mi madre también y bailaba, además todos estos ritmos de la trikitixa, y poder actualizarlo sin perder la fuerza y alegría que tienen estas músicas…
La trikitixa de forma popular es el pequeño acordeón y la pandereta, a partir de aquí creé el grupo “sorginak” de mujeres que bailan, tocan los panderos y panderetas, cantan e intenté hacer un espectáculo que fuera interesante para oídos de otros lugares.
La verdad, que ha sido una realidad y funcionó muy bien esta propuesta…de esta forma me animé hacer la segunda parte que es Maletak y seguramente la terminaré con una tercera parte de este proyecto.
Destaco la creación, es decir, no son temas populares sino que compongo sobre estos ritmos y ambiente sonoro…para mi es súper importante poder aportar algo a lo que he recibido…
Para quienes no nos es tan familiar, describinos el sonido y las posibilidades de tu instrumento.
-La trikitixa es el instrumento hermano de lo que se conoce en Argentina como verdulera.
Ahora es un sonido de los más populares en Euskal Herria, imprescindible en las fiestas.
En mi caso hice en su día ese recorrido pero después me interesó crear mis proyectos, mis temas y hasta ahora…ha sido y sigue siendo un viaje y una aventura preciosa para mí.
Es un instrumento pequeño, muy manejable, transportable, muy rítmico…tiene un sonido muy alegre y puedes expresar mucho con ese fuelle que nos une a otras formas del acordeón universal.

(*) Periodista, miembro de conducción de la UTPBA

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